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domingo, 15 de enero de 2012

VIVIENDAS DE LA INJUSTICIA


http://www.laopinioncoruna.es/gran-coruna/2012/01/14/banco-queda-dignidad/569468.html

María y su marido perdieron su trabajo, no pudieron pagar una hipoteca y el juzgado adjudicó su vivienda a un banco. El pasado 30 de junio esta mujer subió a su casa y le habían cambiado la cerradura. No pudo ni sacar sus enseres personales de casa. Hoy esta familia vive en un piso de alquiler en Oleiros, a escasos metros del hogar que perdieron. Stop Desahucios ha organizado una concentración de apoyo el día 17 de este mes a las 11.30 horas ante la oficina de Bankia en la avenida Fernández Latorre de A Coruña

MARTA VILLAR | OLEIROS Algunos bancos han colocado en sus mostradores unos papelitos para que rellene el cliente en los que le anuncian que si quiere comprar una vivienda, que les consulten "sin compromiso" porque le buscan "su inmueble al mejor precio y con la financiación más adecuada". Si los diamantes de sangre son los que se obtienen en zonas de guerra o usando esclavos, muchos de estos pisos en oferta son viviendas de la injusticia, viviendas en las que vivían familias como la de María que maduraron sueños de un porvenir mejor, que se hicieron añicos al quedarse sin trabajo y luego sin hogar.

María (nombre ficticio para una mujer que no quiere dar un disgusto a sus padres) es una vecina de una buena urbanización en Oleiros que actualmente vive de alquiler en un piso a escasos metros de la vivienda que fue de su propiedad durante 17 años y que ahora pertenece al banco. Su marido, pintor, lleva dos años sin trabajo y ella termina la prestación por desempleo (tras un ERE en su empresa) el mes que viene. Ahora cobra 460 euros del paro y 450 van para el alquiler del piso. Uno de sus hijos, también sin trabajo, vive ahora con ellos.

"Vivíamos allí, en el tercero", señala esta oleirense que acude al portal de este edificio de viviendas de protección para recoger el correo que aún le llega a su antigua casa. En el buzón, dos cartas de dos entidades bancarias. Una, de Bankia, la entidad a la que el juzgado adjudicó su vivienda, le informa de que tiene un descubierto de 0,83 céntimos en la cuenta.

María fue desahuciada el pasado mes de junio y tras llorar un día sí y otro también, ya puede contar su historia con serenidad. Avalaron un préstamo hipotecario de 63.000 euros con su vivienda, que fue tasada en 114.000 euros. Tras perder sus trabajos no pueden hacer frente a los pagos de la hipoteca y deben 54.000 euros. "Pedimos la reunificación de deudas y el banco nos dijo que sí y pidió que anticipásemos dinero. Pedimos dinero a familiares y amigos, pero luego nos dijeron que no. Tenemos los justificantes de los ingresos", cuenta María. Perdieron su trabajo y luego su hogar, pero el sufrimiento no había acabado.

"Empezamos a buscar un piso de alquiler, iniciamos el traslado, y el 30 de junio, sin que nos informasen de la fecha de alzamiento, subo a casa y la llave no entra. Nos habían cambiado la cerradura. Fui al juzgado para pedir que nos dejasen sacar nuestras cosas del piso y nos dijo la secretaria judicial que ya tenía que haberme dado por avisada cuando se adjudicó el piso al banco. No es por el valor de las cosas que quedaron, es por la burla. Salí del juzgado llorando. Debiendo al banco, sin piso y debiendo a la amigos y familiares. Me da vergüenza hasta salir a la calle", afirma.

Gracias a Stop Desahucios A Coruña esta familia logró que el banco les dejase retirar sus enseres pero no les dio la llave del trastero donde quedaron "cosas pequeñas" pero valiosas: "El cochecito del nieto, el atril de música de mi hija...", dice.

Los que estén en un caso similar, que le puede pasar a cualquier persona, los que se solidaricen con esta familia, los que apuesten por la dación en pago para saldar la deuda, pueden acudir el próximo martes 17 a concentrase a las 11.30 horas ante la oficina de Bankia en el número 132 de la avenida Fernández Latorre de A Coruña.


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